Después de ver el "Debate a cinco", parece que muchos españoles aún siguen desconfiando del líder socialista Pedro Sánchez.

Es cierto que ganó las elecciones pasadas, pero sin una mayoría absoluta y como no fue capaz de formar un Gobierno, nos obliga de nuevo ir a las urnas.

Cuando habla de Cataluña pronuncia frecuentemente la Constitución y parecía que aquello de que "España es una nación de naciones" había desaparecido de su vocabulario, pero desde hace unos días la palabra "federalismo" ya aparece en su programa electoral.

Nosotros creíamos que quería formar un gobierno de unidad, pero con su federalismo nos da a entender que España es un país muy dividido y que la única manera de seguir siendo un país es si se federa.

Sabemos que Sánchez está más cerca de la República que de la Monarquía y estamos esperando el día de la verdad sobre sus planes, pero para ello necesita una gran mayoría.

Para contentar a los catalanes, puede convertir todas las autonomías en repúblicas, de esta manera desaparecería la monarquía y él podría ser el presidente de los presidentes.

De momento nos acercaremos a las urnas, recordando la violencia callejera en Cataluña y pensando en que Sánchez no tiene una solución para Cataluña ni para España, pues lo que más prevalece es el pasado y no el futuro.