El humo negro del tráfico en la ría de Vigo es crisis climática. Son emisiones de carbono, calentamiento de la temperatura y subida del nivel del mar. Y todavía hay un sector que cuestiona el carril bici en Camelias o Venezuela. Cada vez que enciendes tu coche para cruzar cuatro calles, eres crisis climática. Cuándo eres coche y piensas como un coche, contribuyes a la crisis climática. Los ríos de coches rumbo a las playas de O Morrazo son crisis climática. El embotellamiento veraniego de vehículos en Baiona, Playa América o Samil, son crisis climática. Si todos llegamos con nuestra caravana al pie de las olas, somos crisis climática. El desplazamiento diario al trabajo en vehículo individual es crisis climática. Los embotellamientos de tráfico son crisis climática. El transporte en masa exclusivamente por carretera, es crisis climática. Las chimeneas industriales son crisis climática. El plástico recogido en la costa de A Guarda, Rosal y Oia, es crisis ambiental. Plástico, subproducto del petróleo, cuya extracción causa también la crisis climática. El plástico, que lo cubre todo, emite metano al descomponerse. Contribuye al efecto invernadero, siendo parte de la crisis climática. La quema periódica de los bosques de O Morrazo, Redondela, Vigo ,Val Miñor y Baixo Miño produce menos lluvias, empobrecimiento de los suelos y crisis climática. Puedes elegir entre ser crisis climática o combatirla. Pero cuando la playa de O Vao esté en Monforte y las medusas lleguen a Celanova, no te quejes. Cuando no puedas respirar porque te falte el oxígeno, prueba a encender tu coche. Quizás con el humo del tubo de escape se aclare todo un poco.