Cuando la incompetencia y la necedad se apoderan de nuestros políticos, se enfadan y como el "niño tonto" y maleducado, se cruzan de brazos y? se niegan a obedecer a sus mayores. Alcaldías de carambola, rotaciones en el mando, cesiones indecentes, propuestas con la mínima coherencia, traiciones, abstenciones envenenadas, votos en blanco, plenos humillantes y hasta ediles escoltados e insultados a su salida de los consistorios. Tanta incongruencia nos lleva a un viaje a ninguna parte y lo peor, sin un posible retorno. ¿Es este el nivel cultural del que tanto presumimos? ¿Es esta la imagen que queremos proyectar al exterior? ¿Es este un salir del paso hasta que los demás realicen nuestro trabajo? Inestabilidad en muchos Ayuntamientos, pactos de vergüenza en otros y el sufrido ciudadano la moneda de cambio para que ellos cumplan sus "económicas metas". No creo que estos mercaderes del "tres al cuarto", merezcan que perdamos más tiempo volviendo a votar. El próximo 10 de noviembre, si no se realiza el tan esperado milagro, deberíamos quedar en casa y así dejarían de ponérnoslo tan difícil. Todos intentan llegar a la poltrona. Si yo tuviera que ponerle un título a tanto desmán, sería: "Carrera de niñatos al poder". ¿Qué formación política e intelectual nos ofrecen? ¿Cuántos de ellos han ejercido, como mínimo, de presidente de su Comunidad de Vecinos? ¿Es ese su pobre currículum?

Por favor, seamos serios, que administrar los dineros de un país con más de cuarenta millones de ciudadanos es muy difícil. Cuando alguien accede a un cargo de tal relevancia, ha de tener la seguridad de llevarlo a cabo con la mayor dignidad y seguridad. Nuestro presidente "en funciones" que lo primero que ha hecho ha sido cambiar el colchón, quiere eso decir que lo más necesario para él era el descanso. ¿Que tendrá ese Palacio de la Moncloa que produce tanta "adicción"? Por el se llega al extremo de vender el "alma al diablo" y conseguirlo al precio que sea.