Carta abierta a los gerentes de las empresas concesionarias del transporte de ría.

El pasado 17 de julio fui a preguntar en la taquilla de venta de billetes por el transporte en barco de viajeros de Cangas a Vigo, por si podían ir en la embarcación personas con movilidad reducida, es decir, que necesitan silla de ruedas para desplazarse. Me han respondido que sí, pero solo con las de empujar y no con las autónomas (eléctricas).

Evidentemente me ha sorprendido la respuesta y he pedido la correspondiente explicación, a lo que muy amablemente la persona que me atendió me dijo que tenían que subirla los marineros en peso al barco y la eléctrica es muy pesada. ¿Es esto legal? O peor todavía, ¿es racional?

El amigo con el que me quiero tomar una caña en Cangas es totalmente autosuficiente, pero depende de su silla de ruedas eléctrica para desplazarse de forma autónoma y no quiere, mientras pueda, depender de nadie que empuje y dirija su silla.

Soy usuario habitual del transporte de ría y no hace falta ser ingeniero de Puertos, Canales y Caminos para saber que con una pequeña rampa metálica "de quita y pon", que tenga un buen diseño, se solucionaría este problema.

La solidaridad no es solo firmar peticiones en internet ni poner mensajes en nuestro muro de Facebook. Es muy sencillo actuar en nuestro entorno.

No podemos vender las Islas Cíes como destino adaptado si no pueden ir sillas de ruedas autónomas. ¿Se imaginan subir empujando una silla de ruedas al faro de las Islas Cíes? ¿Y bajarla?