Ahora que asistimos a un periodo de negociación que llevará a la formación de gobiernos, quizá merezca la pena analizar los ejes que definen el pensamiento político de los partidos y, por ende, de los ciudadanos. Los tres ejes son: vida económica, compromiso moral y realidad identitaria.

Eje de vida económica: aquí se juega el caduco partido entre lo que se ha llamado izquierda y derecha. Sus aspectos serían el papel del Estado en la economía (presión impositiva, tamaño del sector público, déficit vs. superávit), la libertad económica vs. la seguridad, la provisión pública de determinados bienes y servicios o el peso de la iniciativa privada. Los dos polos serían izquierda y derecha.

Eje de compromiso moral: aquí se dirimen opiniones entre aquellos que creen que el hombre está sujeto a una ley natural y moral que está inscrita en lo más íntimo de su ser y que le impide en todas las circunstancias cometer actos como el homicidio, el aborto, la eutanasia, el consumo de drogas, la utilización de vientres de alquiler, etc. y aquellos que admiten ciertos matices en estos comportamientos sin que se ponga en juego,según ellos, la dignidad del ser humano. Los dos polos serían conservador y liberal.

Eje de realidad identitaria: por último, está el eje que determina cual es el papel del hombre en la sociedad y el peso que la comunidad, la cultura, una lengua, etc. supone en la definición política de los territorios y por tanto de la gente que en ellos vive.

En este eje tenemos sistemas que propugnan una fuerte presencia de lo identitario y otros que supeditan estos elementos a un alto grado de libertades individuales. Los dos polos serían nacionalista e internacionalista.

En estos tres ejes y sus polos (derecha-izquierda, liberal-conservador, nacionalista-internacionalista) se definen (o indefinen) actualmente las fuerzas políticas. De que prime más una combinación que otras dependerá la naturaleza de los pactos a alcanzar y, por qué no decirlo, muchas de las contradicciones internas que se están poniendo de manifiesto.