Después de años de corrupción política que hace temer casos que nunca saldrán a la luz, y que una votación te pueda convertir en cómplice de un delito, les pedimos para compensar, den ejemplo y permítannos seguir valorándolos sin sentirnos culpables de haberlos votado, aunque el daño ya esté hecho, debido a su repercusión mediática, que oculta y empequeñece la gran labor realizada por muchos de sus compañeros en beneficio de la sociedad y que es justo reconocer.

Simplemente, queremos volver al principio, a la esencia de la democracia, cuando eran ustedes conscientes de que los elegíamos para que representaran nuestras ideas en el Congreso, ni mas, ni menos. Sería triste que la democracia llevara aparejada la condena de la corrupción perpetua y que fuera peaje inevitable por tenerla entre nosotros.