El manto terrestre, la zona que habita entre la corteza y el núcleo del planeta tierra, se parece a un cuadro del pintor estadounidense Jackson Pollock o a los ingredientes de un batido sin mezclar, según un estudio publicado ayer en la revista científica Nature.

Esos son los símiles utilizados por la profesora de Geología de la Universidad de Utah (Estados Unidos) Sarah Lambart, que lideró la investigación, para ilustrar esa zona que es "aún más compleja" de lo que se creía hasta ahora.

Según Lambart y sus compañeros, el manto es un "mosaico geoquímicamente diverso, muy diferente de las lavas que finalmente llegan a la superficie".

"Si miras una pintura de Jackson Pollock tienes muchos colores diferentes. Esos colores podrían representar los diversos componentes del manto y las líneas son magmas producidos por esos componentes y transportados a la superficie", explicó la experta.

Para llegar a este resultado, los científicos analizaron el manto terrestre antes de que este se levante como lava en una cordillera en medio del océano.

Examinaron los núcleos perforados a través de la corteza del océano para observar los minerales acumulados, los primeros minerales que cristalizan cuando los magmas entran en la corteza.

El equipo encontró que la variabilidad de isótopos -átomos que tienen el mismo número atómico pero diferente masa-, era siete veces mayor que en las lavas de la cordillera del océano, lo que significa que el manto está lejos de estar bien mezclado y que esta variabilidad se conserva en los acumulados.

La razón de esto e porque probablemente "las diferentes rocas se funden a diferentes temperaturas" lo que resulta en que varias redes de canales "convergen hacia la cordillera del medio del océano pero no se mezclan", respondiendo así a las rayas de pintura en una obra de Pollock.

Los expertos también compararon este fenómeno con un batido sin mezclar, mientras que la lava de la cordillera es el brebaje cuando ya ha pasado por la licuadora.