Nunca había visto tan claro el tema del voto útil. No me creía mucho lo de que era conveniente votar al "menos malo" (aunque no se adecuara totalmente a tu forma de pensar); o la influencia de la ley electoral; o el distinto peso del voto por provincias, y no sé qué más teorías que nunca he conseguido entender.

Pero ya se ve que es así. De hecho, los que más claramente se oponían a Sánchez en las recientes elecciones, resulta que, con su voto -más que útil, inútil-, son los que más han contribuido a que permanezca en la Moncloa otros cuatro años. Votando a Abascal, en realidad eligieron a Sánchez. Y sus partidarios (los de Sánchez, se entiende), felices, claro. ¿Qué más quieres que sentirte ayudado por tu adversario político? ¡Eso sí que es una victoria! Y lo demás son cuentos. Les felicito de verdad.

Quizá podamos todos aprender para otra vez: el voto hay que pensárselo un pelín. Y aunque los ciudadanos normales no entendamos mucho de estrategias políticas, con solo apelar al sentido común, ya debería llegar. Y de hacerlo así, el conjunto de nuestros políticos se aproximaría bastante más al querer de la totalidad de los españoles.