El fallecimiento del arquitecto Jaime Garrido Rodríguez, ampliamente resaltado en Faro de Vigo del domingo 7 de abril, nos ha causado una gran pena para los que nos considerábamos como su amigo y haberle ampliamente tratado, tenemos pues ese gran sentimiento de su pérdida.

Como es de todos conocido fue un gran defensor del patrimonio urbano y monumental de la ciudad de Vigo, pero también un gran investigador de los castillos y fortificaciones del Baixo Miño en tramo internacional con Portugal de la frontera.

Los tudenses le debemos mucho por haberse ocupado también en sus numerosas publicaciones del patrimonio monumental de nuestra antigua ciudad, tales como la muralla ciclópea que circunda la cumbre del monte Aloia por la que reclamaba una mayor consideración y arreglo por parte de las autoridades locales; las murallas y fortificaciones realizadas con motivo de la guerra de independencia portuguesa del siglo XVII y posteriores del siglo XVIII; el interesante informe sobre el Teatro Principal tudense realizado en el año 1997 para el Colegio de Arquitectos de Galicia, con copia para el concello tudense. Fuera de esta importante aportación al estudio del patrimonio tudense colaboraba también con sus publicaciones en la revista del Instituto de Estudios Tudenses del que era miembro electo.

Los tudenses le debemos mucho por haberse ocupado de su patrimonio monumental, bien es verdad que también había aquellos que trataban de silenciar sus informes y publicaciones, circunstancia corriente en general por parte de algunos investigadores tudenses.

Vayan pues estas pequeñas, pero sentidas líneas, para recordar a este entrañable amigo.