Algunos, pocos, ganaderos opinan que hay demasiados lobos en Galicia y que están en expansión. Se apoyan para eso en algunos datos del último censo realizado por una empresa consultora subcontratada por la Xunta de Galicia, en 2012-2015.

Nada más lejos de la realidad.

Desde 2008 realizamos un seguimiento científico de varios grupos de lobos en una comarca de Pontevedra y desde 2017 los censamos en toda Pontevedra y Ourense. Trabajo que estamos terminando.

En los años 70 los grupos estables de lobos que habitaban las penínsulas de A Groba (Baiona), O Morrazo, O Castrove y Monte Xiabre fueron exterminados. En 2008 también el de Pazos de Borbén.

De los 8 grupos censados por la Xunta de Galicia en 2012-2015 en la provincia de Pontevedra, actualmente hay dos menos: uno envenado con la misma estricnina que mató a mi perra en febrero de 2016 y otro exterminado con los mismos métodos en marzo de 2018.

De los que quedan hay al menos tres grupos que están en situación crítica por escasez de sus presas en invierno, los potros salvajes, desde la entrada en vigor del Decreto de Identificación Equina de la Xunta.

A esto añadimos que no es creíble que cada grupo de lobos tenga nueve individuos, como se afirma en el censo de la Xunta. Nuestros datos apuntan a 2-5 individuos por grupo de cría.

Está claro: si actualmente aparece algún lobo donde hace algunos años no estaban, esto se debe a la gran movilidad de jóvenes errantes, que no encuentran de comer en su territorio habitual. Los daños que pueden hacer a la ganadería son ínfimos y la Xunta los indemniza.

Los lobos en Galicia ni están en buena situación ni, mucho menos, en expansión, sino todo lo contrario. La Administración debería tomar nota de esto y actuar en consecuencia en lo referente a la conservación de hábitats, de las presas de los lobos y de los grupos de lobos, respetando su compromiso con la Directiva de Hábitats de la U.E.