Para empezar: desear más que nunca que aumente considerablemente el número de votantes respecto a las últimas votaciones. Esta consideración es fundamental para validar las conquistas sociales, legislativas y ejecutivas. De todas las formaciones políticas el PSOE es el más congruente con sus promesas, permitiéndole realizar todo tipo de medidas para llevar a efecto lo empezado y proseguir la política trazada desde hace unos meses. Pedro Sánchez y los suyos están llamados a continuar con sus proyectos que no son otros que estabilizar el país en principio: garantizar el crecimiento gradual de las pensiones; afianzar la sanidad pública; mejorar la enseñanza pública; afirmar las prestaciones sociales; erradicar la violencia de género; garantizar la seguridad y el libre albedrío; controlar a los fascistas e ilegalizarlos si delinquen y si es preciso; seguir y proteger la memoria histórica: exhumar al dictador; construir el AVE; modernizar al Ejército; llamar al orden a los Cuerpos de Seguridad del Estado; controlar las eléctricas; bajar los impuestos a los desfavorecidos, las herencias y el IVA de ciertas actividades; regular la eutanasia; acabar con la mendicidad; con la corrupción; proteger y ayudar a las mujeres y equiparar los sueldos; revisar el concordato y muchísimas cosas más.

Todo lo anterior no lo garantiza el PP, Ciudadanos, Podemos, Vox y otros. Porque no pueden y no es esa su asunción ni saben cómo.

No cabe duda que la derecha se movilizará para no perder sus privilegios y vemos que son ambiguos y en otras cosas no: se observa en su discurso que no es otro que las ansias de poder para situar a los suyos, dándoles oxígeno y retroceder a tiempos pasados, duros e incontestables, sumiendo a la Nación en la demencia más extraordinaria.

Bueno no os rindáis al capital, ni os resignéis a los poderosos; mirad al frente y luchad por la vida, la hermandad y la felicidad.

"La unión hace la fuerza y la mente es la Humanidad".