El domingo 31 de marzo el periodista Jordi Évole entrevistó al Papa Francisco durante más de una hora en La Sexta. Le hizo preguntas sobre los temas más candentes de la actualidad: inmigración, refugiados, pobreza, capitalismo, comunismo, periodismo, papel de la mujer en la Iglesia, homosexualidad, aborto, abusos sexuales, prostitución, curia romana, envejecimiento de la población en Europa, y un innumerable etcétera.

El Papa contestó con rapidez y seguridad todas las preguntas menos dos: sobre la exhumación de Franco dijo: "No tengo opinión"; y sobre si la Iglesia condenaría el aborto en el caso de una mujer violada, sin medios para hacerse cargo de la criatura que está en su vientre, el Papa hizo la siguiente pregunta: ¿Cree que es justo eliminar una vida humana para resolver un problema? ¿O pagar a un sicario para que la elimine?

Cada vez que Jordi añadía nuevos agravantes al problema, el Papa repetía la pregunta: ¿Cree que es justo eliminar una vida humana para resolver un problema? ¿O pagar a un sicario para que la elimine?

Hasta que Jordi acabó diciendo que no había ido a responder sino a preguntar.