Somos superiores y podemos maltratar a los demás. Eric, en sus visitas al país, va reconociendo la barbarie vergonzosa a la que se llegó. Y el lector, al leerlo, -al menos yo-, piensa con estremecimiento en Cataluña. La altivez, el desprecio, los propósitos violentos que llevan a relacionar esa pobreza mental en personas de cierto nivel intelectual que se vio en la Alemania nazi, se descubren, de pronto, en nuestra tierra. También en otros lugares de Europa donde el nacionalismo se manifiesta de modo virulento.

Hasta imágenes que estamos viendo desde hace meses, de violencia, de engreimiento, de falta de respeto públicamente manifestado, nos llevan a comparar. La trágica noche de los cristales rotos ya se ha comparado con la presión de los violentos, atacando la casa del juez, haciendo pintadas y manifestaciones contra las fuerzas públicas. Los lazos amarillos que no pueden dejar de recordar las estrellas amarillas, como el signo más cínicamente indigno con el que se maltrataba psicológicamente a los judíos. Si no llevas lazo amarillo en Cataluña eres un proscrito. Recomiendo la lectura de este libro de Verna B. Carleton. Creo que es positivo que se nos pongan las entrañas un tanto revueltas al adentrarnos con bastantes detalles en lo que fue la ruptura de la sociedad alemana. Creo que es bueno que sintamos un cierto mareo al comprobar las semejanzas notorias entre ambas situaciones. Pienso que leer de vez en cuando este tipo de obras, más psicológicas, más introspectivas, ayudan a hacer un juicio de valor que nos ayude a no quedarnos indiferentes.