Estimados hermanos: Saludándolos doy muestra de eterno agradecimiento a esa tan querida tierra de España, de donde salieron miles de gallegos que poblaron esta isla del Caribe y de América, teniendo todos características comunes como el culto al trabajo, la honradez, la sencillez, la amabilidad, el cariño y la decencia, transmitiendo estos valores a sus hijos y nietos, existiendo siempre una amplia descendencia de estas buenas personas. Los gallegos se han ganado el amor y el respeto del pueblo cubano y de todos los pueblos del mundo. Escribiéndole a ustedes rindo especial homenaje a gallegos que llegaron aquí y plantaron árboles que aún dan sombra como fue Ángel Castro, padre de dos presidentes de Cuba.

Mi abuelo materno era asturiano y aquí le decían el gallego, al igual que muchos españoles. Por voluntad de Dios quiso que Galicia fuese la que más identifica a España. Galicia tú eres también la novia de todos los españoles emigrantes. Desde pequeño aprendí a amar a Galicia; Galicia te amo y, de forma imaginaria y simbólica, agradecido beso tu tierra, aunque estés lejos te siento cerca: Galicia mía.

Deseo que en la vida de todos los gallegos sea una constante la paz, cultura y el desarrollo. Aprovecho la misiva para enviar saludos a Alberto Núñez Feijóo, presidente del Gobierno gallego.

Galicia me despido de ti, pero no te olvido.