Mi desazón al contemplar a todo un presidente del Gobierno de España mendigando una foto a un racista y xenófobo, como es el señor Torra, para conseguir unas horas más de vuelo en el Falcon, so pretexto de hacerlo para solucionar lo que la señora Celáa llama el conflicto catalán, me lleva a, con la venia del director, citar algunas de las frases pronunciadas por Ortega y Gasset en el Parlamento de Madrid en 1932, con ocasión del debate sobre el Estatuto catalán. Veamos:

"Desde el advenimiento de la República se nos ha dicho: hay que resolver el problema catalán y hay que resolverlo de una vez para siempre. La República fracasaría si no lograse resolver lo que no hizo la monarquía? Pues bien, señores, yo sostengo que lo de Cataluña es un problema perpetuo, que a fuer de tal solo se puede conllevar. Es un fenómeno cuya estructura fundamental es archiconocida desde hace muchos años, y tiene inclusive un nombre técnico: se llama nacionalismo particularista. Se trata de un sentimiento de dintorno vago, de intensidad variable, pero de tendencia sumamente clara, que se apodera de un pueblo o colectividad y le hace desear ardientemente vivir aparte de los demás pueblos o colectividades.

Mientras éstos anhelan adscribirse, integrarse, fundirse en una gran unidad histórica, que es una gran nación, esos otros pueblos sienten, por una misteriosa y fatal predisposición, el afán de quedar fuera, exentos, señeros, intactos de toda fusión, reclusos y absortos dentro de sí mismos?".