A veces se hacen las cosas bien y hay que decirlo. En este caso, la decisión de cerrar el centro de Madrid de coches. La contaminación aumenta cada día y el planeta está cada vez más perjudicado y enfermo. Limitar la entrada de coches al centro de la ciudad ayudará a fomentar el uso del transporte público y seguro a reducir esas emisiones constantes de CO2. Pero no solo eso. Por fin se podrán ver la bonitas calles libres de tráfico y pasear tranquilamente disfrutando de la ciudad. A ver cuánto tardan en hacer lo mismo en las demás capitales del país.