Nos la venden como si fuese un maná, como la solución a nuestros problemas, siendo todo lo contrario.

Lo triste es que además de ser los fabricantes de los robots los que nos pretenden hacernos creer que solucionan nuestras necesidades, también hay periodistas que se suman al engaño, como si al sector de la información no les fuese a afectar la Inteligencia Artificial (IA). Cuanta mayor capacidad tenga la inteligencia artificial, mayor desempleo produce. Alterando la vida de las personas y creándose conflictos de gravedad entre la población residente en todo el mundo.

Estos visionarios pretenden que todo tipo de transportes, aviones, barcos trenes, automóviles, etc, puedan ser autónomos.

Hubo casos en la historia reciente de algún demente que al querer suicidarse no lo hace solo, llevándose la vida de muchas personas.

Saben qué podría ocurrir si los transportes estuviesen conectados entre ellos, que un suicida o terrorista con cierta preparación estrellaría miles de esos vehículos (aviones coches, etc.) contra el objetivo que ellos quisieran.

El atentado que perpetraron en Nueva York en el 11-11- 2011 sería una anécdota comparado con el desastre que causarían al ser autónomos y estar conectados los transportes.

Todo es seguro hasta que deja de serlo. Después vienen las excusas.

El daño hecho ya no tiene solución y quien lo sufre siempre son los mismos, los ciudadanos.

Las personas que tienen como su profesión la política, y que muchos de ellos ostentan cargos en los gobiernos de los distintos países del mundo, parece que no se dan cuenta que permitir a las empresas que fabrican la IA de forma incontrolada perjudica gravemente la vida de las personas en el mundo. Estos políticos, además de permitir que se desarrolle la IA, les apoyan a las empresas dándoles subvenciones con nuestro dinero, que generamos los humanos con nuestro trabajo.

De forma que van consiguiendo mejorar la capacidad de la IA. Estos mismos robots se construyen unos a otros aumentando la capacidad de producción de forma indiscriminada, siendo paradójico que cuanta más producción tengan, menos necesidades hay, debido a que las necesidades las tenemos las personas (humanos) y dejaríamos de existir al no tener capacidad de ingresos económicos.

Tal vez se le asigne a cada robot un salario para paliar las necesidades económicas.

El problema está en que ese salario iría a parar a un grupo minoritario de personas, que son los responsables de la creación de los robots.

Los ciudadanos debemos exigirles a los ejecutivos que apliquen leyes en las que se prohíba la fabricación de robots que perjudiquen los puestos de trabajo de las personas, de lo contrario nuestra existencia está condenada a su desaparición.

Si dejamos que la IA avance ocupando los puestos de trabajo de las personas, ¿quiénes van a votar a los millones de políticos que hay en el mundo? Quizás los robots.

Los medios de comunicación tienen que ser los primeros que denuncien el daño que hace la IA a la vida de las personas, por consiguiente a la economía mundial, al tener los medios necesarios para su divulgación y al ser los medios de comunicación un sector de los primeros en sufrir las consecuencias de este avance incontrolado de la IA.

Quedándose las personas sin trabajo, no veo a los robots comprando la prensa.