El artículo publicado en FARO DE VIGO el pasado martes 13 de noviembre me causó una grata impresión. Su título "Memorias", escrito por Salvador Beloso Arenosa, se refiere al instituto Santa Irene vivido en los años 60. Este alumno del Santa Irene y yo, primero como alumna y después como profesora, anduvimos pisándonos los talones.

Fueron muchos los profesores y profesoras que me impactaron en aquellos años. Mis recuerdos como alumna los sitúo en los años 1948-1955. Los chicos entraban en las aulas por distintas escaleras y el recreo se disfrutaba también en distintas zonas de lo que entonces era una enorme zona verde.

Algunos de aquellos profesores que fueron marcando mis gustos, inclinaciones y futuro, tenían unos rasgos marcadísimos: una Srta. Millán que me enseñó lo hermoso que era el mundo clásico de la antigua Grecia; una Srta. Ambroj que nos hacía viajar con ella hasta el Polo Norte donde se compraba pieles que luego le confeccionaba en casa su costurera?

Un Emilio Freijeiro que estaba en todas partes cuando hacía falta, que bien merecida tiene la placa de bronce en una de las paredes de la entrada al centro.

Si, como dice en su artículo, la de Salvador fue una promoción especial para el profesor y escritor José Luis Méndez Ferrín, lo cierto es que, para mí, también lo fue la mía, con personajes de talla como la del que fue director mucho tiempo, el Sr. López Niño.

Como remate jocoso, quiero recordarte, mi querido amigo Salvador, por si no lo sabías, que las siglas INEM que pueden leerse en los regios bancos de madera que supongo seguirán adornando los pasillos, el significado para los veteranos era: "Inocentes niños engañados miserablemente".

Para mí fue una etapa preciosa de mi vida.