El problema de fondo del Medio Oriente estriba en la profunda desconfianza que suscita el apoyo iraní al régimen sirio de Al Assad, en el contexto de la lucha por la hegemonía en Oriente Medio que libran Irán y Arabia Saudita. Si, como se teme, la retirada norteamericana del acuerdo llega a producirse, supondrá la ruptura de la difícil alianza internacional lograda para que Irán suspendiera su programa nuclear, en el que Rusia participó activamente. Se teme que a partir del viernes se inicie un nuevo período de incertidumbre en los ya difíciles equilibrios internacionales, lo que además golpeará económicamente tanto a Irán como a las grandes empresas europeas que han volcado sus inversiones en el país asiático.