Leyendo este diario, al que estoy suscrito hace muchos años, en la mañana del sábado me entero de mi supuesto cese -me nombró el ministro de Hacienda-, pero en todo caso, ahora ya, dimisión, como miembro del pleno de la Zona Franca de Vigo.

Quizá sea esta la nueva fórmula de cortesía y comunicación que, por cierto, aparte del pésimo gusto y la mala educación, entronca, en las formas, con el reglamento franquista por el que se rige, a día de hoy, entre otras cosas, el nombramiento del señor presidente del organismo, no creo ser merecedor de este trato, que define a quien lo dispensa.

En cuanto a la información -no sé si interesadamente filtrada o simplemente errónea-, que transcribo literalmente:

"?Precisamente Fonseca Moretón había entrado en el verano de 2016 en el Consejo de la Zona Franca en sustitución de Manuel Rodríguez, cesado en una "vendetta política, según criticó ayer Caballero?"

Debo decir lo siguiente:

1º.- Yo no entré en sustitución de nadie y mucho menos de mi amigo y respetado empresario Manuel Rodríguez.

2º.- Si el Sr. Rodríguez fue cesado en su día, supongo -yo no estaba entonces en la Zona Franca- que lo sería por quien lo había nombrado.

3º.- Aunque, repito, a día de hoy, yo no tengo constancia de mi cese, supongo que si su periódico lo informa será porque me ha cesado quien podía hacerlo.

4º.- En ningún caso, lo interpreto como una vendetta (palabra italiana que no uso y prefiero dejar para los sicilianos). En cambio, personalmente, lo interpreto como una liberación, dada la gran responsabilidad que asumí el día que acepté mi nombramiento.

5º.- En su día, cuando me nombró el ministro de Hacienda, se me transmitió que era nombrado por mi condición de empresario, innovador (Terras Gauda, aparte del premio de la Academia Gallega de las Ciencias, posee tres patentes conjuntamente con el CSIC), exportador (lo hacemos a casi 70 países) y comprometido con su tierra -que no con ningún partido- (el Premio Internacional de Cartelismo Francisco Mantecón que se falla, entrega y expone en Vigo, puede ser buena prueba de ello). Para mí, fue un honor que traté de llevar con la mayor dignidad y diligencia.

6º.- En este sentido quiero manifestar públicamente el inmenso honor de haber podido contribuir con mi granito de arena a los proyectos que ahora anuncia el nuevo delegado, especialmente a la cesión de la ETEA para la Facultad de Ciencias del Mar, tan importante para nuestra ciudad.

Felicito de todo corazón a los nuevos consejeros y deseo, aunque ya lo hice personalmente el día de su toma de posesión, los mayores éxitos al nuevo delegado.

También, a través de estas líneas, quiero dejar constancia del, a mi juicio, excelente y riguroso trabajo llevado a cabo por la anterior delegada, Teresa Pedrosa, en unas circunstancias y en una coyuntura económica ciertamente difíciles.