Injusto destierro

¿Cómo es posible que en los años de nuestra juventud, allá por los 70, lo entendíamos, sabíamos su significado y sobre todo cuál era el Norte, el Sur, el Este y el Oeste y ahora, ya en plena jubilación, no acabo de entender la funcionalidad de la palabra política o hacer política y peor aún lo tengo en saber ¿qué es un político...? Es como si al nacimiento de las autonomías regionales a la bella Rosa de los Vientos no les fuera suficiente los cuatro puntos cardinales y necesitaremos instalarle 32 puntos para entenderla mejor siendo la misma. Pues, en definitiva, es para arriba o para abajo, para la derecha o para la izquierda, el resto es buscar nuevos puntos de posición que nos permitan morder mejor el Pastel Económico Político.

He preguntado a varios "entendidos en la materia" y presiento que en vez de clarificármelo, me lo complican más. Unos me dicen "que son personas que estando convencidas de su capacidad intelectual para ponerla al servicio de la sociedad si esta, en unas democráticas elecciones les, elige y mejorar con su esfuerzo la calidad social de quienes le votaron... ta-ta-ta" y es que después de oírlo tan solemnemente, me da tal extraño ataque de risa que siento como si mis testículos me estrangulasen la garganta. Otros me definen que "ser político es aquella persona que fue elegida democráticamente en unas elecciones por el pueblo después de escuchar su ilusionista programa electoral pero con un don divino que le permite decir "donde digo digo... digo Diego..." y en este caso no me da la risa, pero tampoco me dice nada.Y es que esta vez me refiero a todos los señores políticos y a sus partidos, porque personalmente los considero apartando el llevarse por simplemente llevarse la contraria, unos suben y otros bajan, unos van hacia la derecha y otros van hacia la izquierda. ¿Qué me ha provocado entonces este malestar? Yo, en mi ignorante pensamiento de pueblerino, quise entender que el recibir el nombramiento de hijo predilecto de un pueblo era el reconocimiento a una ardua labor por esa sociedad a través de los años y el mayor reconocimiento terrenal recibido por un ser humano, pero (siempre hay un pero) y parece ser que otra vez me he vuelto a equivocar. Para saber quién es este homenajeado llamado don Bernardino Graña (hijo), buscar en internet lo que fue para Galicia, España y parte del mundo como intelectual y catedrático pero, sobre todo, encontraréis cuánto ha amado y ama, porque aún desde un lejano geriátrico sigue suspirando por las olas que bañan nuestro pueblo y por los vientos del suroeste que acarician nuestras calles y resulta que en la prensa más mayoritaria que leemos, en este caso el FARO DE VIGO, edición del Morrazo, observo en una fotografía y sentado en una silla de inválidos, firmando una donación de su extensa obra publicada y cartas recibidas de todo el mundo para el pueblo que tanto amó y ama pero desde el geriátrico de Nigrán, bello lugar por cierto y siento que la sangre no baja por mis venas sino que sube por ellas hasta mi cerebro para machacarme con la pregunta del millón. ¿Qué es ser político...? ¿Quiénes y cómo han permitido que este ilustre ciudadano esté condenado a pasar sus últimos días más allá de las montañas por donde nace el sol al amanecer de Vigo y se oculta en el horizonte de las Cíes, o sentir la cálida poallada de nuestro microclima o escuchar los susurros de las olas marineras que le traían lejanas historias de marineros de otros lugares? Cómo es posible que esos políticos no hayan reservado una partida de sus presupuestos para escoger un personal del paro que lo cuidara las 24 horas del día, o por qué no le han permitido descansar en el geriátrico de Cangas (Aldán), estando solo a 4 km y 10 minutos de tiempo y no a 48 km y a 51 minutos. Al menos desde allí, le llegarían los olores de su amada Cangas y por la ría de Aldán entrarían nuevas olas que le contarían viejas historias marineras y se llevarían las que él, con tanto amor, escribió. ¿Vale para algo entonces ser reconocido como hijo predilecto por cualquier grupo político? Estoy seguro que de esto, el 75% del pueblo lo ignora, de lo contrario no me extrañaría que los levantaran de su poltrona de poder y les enviaran a donde mandamos con menos motivo, cada año al momo carnavalero.

Encontraré algún día a un viejo duende que me explique... ¿Qué es ser político...?