Si cruzas el Estrecho sin dinero eres piel de inmigrante. Si te vas a la playa con tu tarjeta de crédito te conviertes en turista. Si tienes hambre entrando ilegalmente la frontera te llamarán inmigrante. Si tu coche es de alta gama y te hospedas en cinco estrellas suenas a turismo de calidad. Si te estás muriendo de congelación en un arenal extraño te llamarán inmigrante. Si en tu viaje compras productos caros parecerás turista. Si trabajas y duermes bajo una nave sin aire podrías ser inmigrante. Si vuelas a países exóticos y esquías cada invierno tu nombre es turista. Si viajas en el tren de aterrizaje y al llegar no hay médicos que te atiendan suenas a inmigrante.