En el grave problema por el que está atravesando Nicaragua, los obispos del país se levantaron de la Mesa de Diálogo con el gobierno porque Daniel Ortega incumplió los acuerdos y las expectativas. Desde entonces, de esto hace unas semanas, la represión no ha cesado y las medidas de presión no han surtido el efecto esperado. Pese a esto, y para no quemar todas las naves, la Iglesia se reunió el pasado 7 de junio con Ortega a quien presentó una agenda democratizadora que el presidente, finalmente, se ha dignado responder.