Después de interrumpir su concierto en Madrid, en unas declaraciones dijo que "Envejecer es una puta mierda". Y tiene razón, a pesar de su gira "Lo niego todo".

Hay muchas formas de hacerse viejo, una de ellas es aceptar la situación, oponerse o rebelarse, negarla y anticiparse. Conozco a muchos ancianos de 38 años y jóvenes de 60.

En la capital de la Argentina sus tres conciertos en el Luna Park se convirtieron en seis por el gran éxito y me di cuenta que los años del rockero están dejando huellas, no solamente en su banda, también en sus seguidores, pues todos nos hacemos viejos, por el salto del tiempo. Quizá la nueva generación no lo pueda comprender.

Para muchas personas la vida es un conjunto de fracturas y para otras una suma total del camino recorrido.

El casi septuagenario Sabina no ignora al treintañero Sabina, tampoco quiere ser como él, pero lo lleva dentro. Su camiseta, sombrero, monólogos y sus conciertos actuales se han convertido en lecciones sobre el envejecimiento, para no olvidarse de donde uno proviene y mantener el contacto con el pasado.

Casi al término de su gira "Lo niego todo" se ha dado cuenta que "Envejecer es una puta mierda", esperamos que el viejo se transforme en joven para disfrutar de su música y convertirnos en jóvenes.