Un desliz propició una más que deplorable filtración de la identidad de la joven víctima de "La Manada" en algunos foros de internet. A partir de ese momento, el redoble de la pesadilla y el tormento que condujo a que su letrado haya presentado una denuncia por amenazas tras divulgarse los datos personales. En los albañales de las redes sociales chapotean otras "manadas" con la convicción de ser intocables. Es hora de que la ley se haga sentir y de que no existan espacios de impunidad para los desaprensivos, me parece que debería ser un reto del nuevo Gobierno.