Se cumplió la profecía: Pedro Sánchez Castejón es el nuevo presidente de la nación. Tenía que ser así, no quedaba otra iniciativa frente a la inestable situación a la que nos tenía inmersos la política despótica de estos tiranos, que no se resignaron a dejar el poder, cuando en su momento pudieron hacerlo, evitando de esta guisa la vergüenza de su praxis nada digna de elogios y, sí o sí, culto a la personalidad jamás contemplada.

Enfangados hasta la médula por los numerosos casos de corrupción de magisterio maligno y contumaz, indigno de un país noble, laborioso, merecedor de buenas maneras; de resolver sin más esta apremiante necesidad, en tanto cuanto en su día era un secreto a voces que la derecha reaccionaria obstruía una y otra vez la justicia universal, violentamente profanada: léase la memoria histórica (Valle de los Caídos, Pazo de Meirás, Fundación Franco, Duquesa a perpetuidad, toponimia, etc, etc.); violencia de género (la manada), con uniformes de la Benemérita y exhibición de armas; maltrato a menores; asesinatos machistas; acoso moral y psicológico y violencia a guardias civiles; asesinatos de menores; actos violentos a personas mayores; violaciones...; robos con violencia o no; tráfico y consumo de estupefacientes.

Deshaucios; fondos buitre; alquileres abusivos... ¿Y las pensiones? Se ríen de nosotros a mansalva sin tener en cuenta a la calle, haciendo caso omiso a las justas reivindicaciones que pasan por mejorar su poder adquisitivo.

A todo esto hay que sumarle los gravámenes a las herencias que muchos optan por no negociarlas porque son abusivas y fuera de contexto.

También están entre los protegidos las grandes fortunas que son dueños de la banca y las grandes empresas a las que dan todo tipo de facilidades para aumentar precios y dirigir la economía.

Están también las obras faraónicas como la Ciudad de la Justicia (Madrid), los aeropuertos (Ciudad Real y Castellón), la Ciudad de la Cultura (Santiago), la Casa de las Letras (Vigo), el Puerto de A Langosteira (A Coruña), circuito de F1 (Valencia),...

Todo ésto y más es el resultado de la política de adjudicaciones irresponsables, por no mentar las ayudas bajo comisión de obra pública aquí y allá.

Está la contabilidad "B" que los populares no asumen, y hay que sacarle las muelas a golpe de hilo y sin anestesia para masticar mejor.

Cómo no, no pender de un lóbulo los másteres de Cifuentes, Casados y otros que tendrán que pasar por los tribunales y acreditar los mismos.

Retornar los capitales usurpados y la vuelta del dinero, divisas, acciones, obras de arte y oro de paraísos fiscales.

Bueno está el hecho de que ahora en adelante las cosas tienen que mejorar si no al tiempo.

"Good gold go God"