El profesor tenía un reto. Miguel Taín investigó durante varios años el viaje de Cosme III de Médici y su comitiva a Compostela. En la Toscana hay furor por los archivos sobre el Quattro-cento e Cinquecento, esplendor del Renacimiento florentino, y se minusvaloran otras épocas.

Partió desde Livorno en dos galeras. Llega a Barcelona el 29 de septiembre de 1668. Se desplaza en una carroza forrada con pan de oro. Visita Monserrat, Lleida, Zaragoza, Guadalajara y Madrid. Desde allí hace excursiones por Toledo, Córdoba, Granada, Écija y Sevilla. Fue asaltado en Extremadura.De Badajoz a Lisboa;en la ciudad donde muere el Tajo deja la carroza y conoce a varios peregrinos que volvían de Santiago. Sube por Tui, Redondela, Pontevedra y Padrón.

El domingo 3 de marzo al atardecer llega a Compostela el príncipe heredero de Florencia. Se aloja en el convento de San Agustín.

Al día siguiente entra en la Catedral por Azabachería; comulga en la Capilla del Salvador, donde se celebraba la misa de los peregrinos y se expedía la Compostela. Venera la imagen del Apóstol. El 5 de marzo oye misa en San Agustín; por la tarde se entrevista con el arzobispo Ambrosio Spinola en la iglesia de Bonaval. Mantendrían ambos correspondencia durante varios años; el eclesiástico le envió un carro de jamones, len-guados, ostras, confituras y fruta escarchada. El día 6 vuelve a escuchar misa en San Agustín y la Catedral. Un temporal lastró los cuatro días de estancia en Santiago y así dibujó Pier Maria Baldi la ciudad. Luego se dirigen hacia A Coruña donde embarcanel 19 de marzo para Londres.

Era religioso pero aprovechó el largo viaje para darse algunos caprichos. Era fan del chocolate. En Compostela compró azabache, que repartió en la Corte, conchas y medallas en plata del Apóstol. También adquirió muchos libros pero al ir en mulas no podía cargar con objetos de mucho peso. Desde Málaga mandó un barco con 7000 cepas de uva para la Toscana ¿Y si el Chianti procede de ahí? Desde Lisboa manda búcaros de Setúbal. Añadió más cargamento desde Londres. Compró cuadros y unos doscientos pares de guantes. Incluso capta a artistas hispanos, plateros y perfumeros, para que lo sigan. Se enamora de la cultura española.