Como votante que he participado en todas las elecciones. Estoy perdido. Votar al Partido Popular es votar a la inacción de Rajoy, a la completa corrupción en que está inmerso este partido, cuya postura queda perfectamente definida por María Dolores de Cospedal este fin de semana: "Tenemos que dedicarnos a defender a los nuestros".

Votar al Partido Socialista, es hacerlo a las ocurrencias del Sr. Pedro Sánchez o al bailarín Sr. Iceta. La izquierda española está absolutamente perdida, cada día dicen algo distinto sobre lo mismo, no se sabe lo que defienden ni a quién. Por ejemplo, la izquierda sindical, Comisiones Obreras y UGT, apoya la manifestación a favor de los golpistas en Cataluña que se celebrará en próximas fechas, supongo que creen que así se defienden los intereses de los trabajadores.

Votar al populismo de Podemos, es hacerlo a los que cada cinco minutos dicen una cosa y la contraria, a los indefinidos (véase alcaldesa de Barcelona), a los recargados de odio y resentimiento (ejemplos muchos). A los que se dirigen a sus votantes con eslóganes ofendiendo la inteligencia de los mismos, a los manipuladores que lanzan al rebaño la mentira simple que suena bien, y que la masa asimila mucho mejor que la verdad compleja, soluciones fáciles para problemas difíciles (hay que sacarle a los ricos para dárselo a los pobres).

Votar a los nacionalistas es hacerlo a los que crean listas de personas, a los que separan según el origen, a los que dicen o conmigo o contra mí, a los que enarbolan la patria, la bandera, para manipular al rebaño, buscando siempre un enemigo exterior causante de todos los males (España nos roba), Nacionalismo y problemas van juntos, léase la historia y la realidad presente y comprobaremos que la mayoría de los conflictos en el planeta provienen de los nacionalismos de todo tipo que siempre se presentan como salvadores.

La pregunta es: ¿A quién voto?