Se me achacará que escribo desde una óptica sentimental y en cierto modo así es, pues fue la Corporación presidida por mi padre, Luis Suárez-Llanos Menacho, quien abrió la Gran Vía, convirtiendo esa zona en una de las arterias principales de una ciudad imparable en su crecimiento.

Se podrá pensar también que me mueve por mi edad un cierto espíritu inmovilista, pero quienes me conocen saben que este rasgo no forma parte de mi carácter.

Pero el motivo fundamental que me lleva a intentar luchar contra este proyecto es que me parece un auténtico dislate y no quiero que pase lo mismo que con otros experimentos que se anunciaban desde el progreso y la modernidad y acabaron siendo un auténtico desastre: el scalextri, demolición del mercado de A Laxe, casa Rubira, construcción del Hotel Bahía, Torre de Toralla, Torre de Corujo, etc.

La corporación municipal pretende destruir un trazado que sigue siendo actual y que cuenta con un bulevar que le da amplitud, elegancia y porte a la calle, y sustituirlo por unas escaleras mecánicas que van a llevar hasta "7.500 personas por hora", lo que significará cerrar una superficie de 650 metros de largo y unos 20 metros de ancho con una estructura de cristal y aluminio.

Y yo me pregunto, ¿por qué la Gran Vía?, ¿es que no hay calles con mucha más pendiente? véase la subida al Castro, Vía Norte, Teis?, ¿es porque beneficia a los comerciantes? ¿a cuáles? ¿a cuatro, a cinco?, ¿será porque se trata de una de las calles más emblemáticas de la ciudad que cuenta con una escultura magnífica concebida para ese espacio y por ello va a tener más repercusión mediática? o ¿será el inicio de un macroproyecto para instalar escaleras mecánicas en cuanta pendiente se encuentre?, pues no debemos olvidar que Vigo, por su orografía, es una ciudad con cuestas como San Francisco o Lisboa. A lo mejor busca distinguirse de ellas.

Comprendo que todo alcalde quiera dejar su impronta en la ciudad que ha regido, pero lo que no entiendo es que pretenda mejorar lo inmejorable y con un justificación un tanto nebulosa, pues lo empinado de la calle, como de tantas otras, se podría salvar perfectamente con un buen transporte público que hiciera un recorrido circular similar a los antiguos tranvías o microbuses que paraban "a demanda".

Además casa poco ese proyecto, con el afán del Ayuntamiento de hacer de Vigo una "ciudad ambientalmente sostenible", pues hacer talar todos los árboles que tienen más de 50 años, sustituyéndolos por una especie de gusano gigantesco a lo largo de toda la avenida (que probablemente se convertirá en foco de todo el botellón nocturno y de los grafiteros más prolíficos), no parece que sea lo más ecológico.

Habiendo como hay tantas maravillas en Vigo que se están dejando perder, la fábrica de Alfageme, la bajada de Guixar, el monte del Castro, A Guía, ¿no podría ir ese dinero a crear proyectos verdaderamente modernos en ellos o en otros lugares que realmente lo necesiten y que significarían un mayor progreso para la ciudad entera?

Lo dicho, lucharé con todas mis fuerzas y, si hace falta, me encadenaré como Tita Thyssen. Espero que en Vigo todavía haya gente que quiera a la ciudad y me siga.