Como dijo el Papa al cuerpo diplomático a primeros de mes, muchos refugiados y emigrantes buscan alcanzar Europa porque saben que aquí pueden encontrar paz y seguridad. Europa debería sentirse orgullosa de este patrimonio, basado en principios firmes y en una visión del hombre que ahonda sus raíces en la concepción cristiana de la persona humana.

A eso deberían dedicarse quienes están preocupados por la pérdida de la identidad europea.