Hace unos días, nuestro querido cura de San Pedro de A Ramallosa, a través de su grupo de contacto con vecinos, convocó una concentración en la capilla de San Campio. Todos acudimos pensando que era una información sobre los incendios ocurridos en el municipio de Nigrán, pero cuál fue nuestra sorpresa cuando nos encontramos con unos políticos que venían a dar un mitin, al frente del cual estaba el alcalde de Nigrán con la presidenta de la Diputación y otros. Nuestro desencanto fue total, porque pensamos que fue una tomadura de pelo a los vecinos de la parroquia, que tuvimos que irnos al ver lo que estaba aconteciendo allí.

Ya no es la primera vez que este buen señor muestra poco respeto por los feligreses. En las Fiestas del Carmen de playa América se celebró una misa campestre en el campo de fútbol. Nuestra sorpresa fue que no tuvo la gentileza de respetar a las personas allí concentradas en dicha misa, que no entienden el gallego y no tuvo la gentileza de hablar en castellano. Esto no es Cataluña. Pero lo peor fue el insulto hacia las fuerzas del orden llamándoles "picoletos". A mi forma de ver no me parece correcto que no se respete a los defensores de la ley y el orden.

Al mismo tiempo quiero recordarle al Sr. González que durante los incendios no se encontraba en Nigrán; o sea que nos mintió a todos los vecinos, siendo otra persona del gobierno municipal el que ostentaba el cargo y que fue el encargado de dirigir, por parte del ejecutivo municipal, las acciones contra los fuegos.

También quiero recordarle a nuestro mandatario lo que está pasando con los miembros del GES. Por lo que puedo leer en la prensa, no llegaron a un acuerdo para que les suministren los medios necesarios para afrontar las tareas con plena seguridad y al mismo tiempo el incremento de sus salarios. Parece mentira que uno de estos miembros esté hoy en el gobierno municipal y no se preocupe de apoyar a sus antiguos compañeros.

Para regodeo, el alcalde ha vuelto a otorgar permiso a una caravana de venta ambulante de churros, que ennegrece nuestro emblemático crucero, pero a él esto no parece importarle, ni le preocupa el buen estado en que debe cuidarse esta obra de arte.