Con estas líneas quiero mostrar mi agradecimiento y reconocimiento al trabajo que médicos/as, enfermeros/as, auxiliares y celadores de REA1 de cardiología del H. Álvaro Cunqueiro han realizado con mi marido, Armando, en los cinco meses que estuvo hospitalizado tras una compleja operación de corazón.

Siempre he confiado en la sanidad pública, su profesionalidad, su buen hacer y cercanía.

Tristemente, pese a todo ese esfuerzo y dedicación, mi marido falleció.

La intervención quirúrgica a la que tuvo que ser sometido se complicó, durando el doble de lo previsto: catorce horas en las que los médicos lucharon por salvarle.

Después, ya en REA1, he sentido cómo se preocupaban y esforzaban por mantenerlo con vida; cómo fueron ayudándonos a mí y a los míos a entender y soportar la situación en que se encontraba, animándonos cuando se percibía alguna mejoría, sin ocultar la gravedad de su estado, y acompañándonos cuando empeoraba, pero sin "tirar la toalla".

Por todo ello, doy desde aquí las gracias a todo ese personal de REA1 de cardiología del Álvaro Cunqueiro, ya que no tuve ocasión de hacerlo personalmente.