Deseo manifestar mi sorpresa ante el empeño en salvar el decrépito e irrelevante "estaleiro" de Moaña. Preferir la defensa a ultranza de un ruinoso estorbo frente a la mejora de un privilegiado paseo marítimo gallego que enaltece la villa y disfruta toda la población es cuestionable. Aunque sea más censurable el comportamiento delictivo de quienes lo incendiaron al saberlo protegido. Tras décadas de inactividad en el ámbito de la Carpintería de Ribera, víctima de la desidia como local dedicado a almacén de carpintería y sin mantenimiento especial durante ese tiempo, sorprende que se haya esperado al término de la concesión administrativa para entrar en un tardío activismo cultural que pretendería transmitir la idea de una gran preocupación por las embarcaciones tradicionales, el museismo y el acervo cultural patrio. La reconstrucción total de la ruina incendiada que es hoy el "estaleiro" no pasaría del pastiche. Existen lugares más idóneos donde reencontrar la historia naval gallega. En toda su grandeza, que no en la dejadez.