Estos días estamos leyendo en la prensa la mala praxis permitida por parte de algunos ayuntamientos con los permisos concedidos a las personas que se dedican a instalar los castillos hinchables en los parques públicos y lo que acontece cuando no tienen los medios necesarios para garantizar estas actuaciones, con las seguridades necesarias.

Los accidentes nos molestan y nos duelen, mas aún cuando hay muertes o accidentes de niños. Esto es aplicable al permiso concedido por el señor alcalde de Nigrán que permitió, en varias ocasiones, instalar un castillo hinchable en la capilla de San Campio de La Ramallosa sin ningún tipo de anclaje y lo peor lo que pudo suceder en caso de tener una desgracia, pero es tan buena persona que no le preocupa la seguridad.

De hecho, hemos tenido una churrería que ennegreció el hermoso crucero que tenemos en dicha capilla, pero hay una pregunta: durante el tiempo que estuvo instalado este remolque convertido en churrería, conectado a la corriente en el alumbrado público, que pagamos todos los vecinos, ¿el Ayuntamiento les cobró el gasto del consumo eléctrico que generó durante los meses que estuvo instalada en esta zona? O por el contrario, ¿fue tan contemplativo con nuestro dinero que nos les cobró nada?

Lo digo porque donde conectaba el enchufe de corriente no tiene ningún tipo de contador. Si le cobraba, ¿cómo lo hacía?