Son esas maravillosas madres del hospital de día pediátrico del Álvaro Cunqueiro que me dan una vez a la semana una gran lección de ilusión y alegría y me enseñan lo que es importante en la vida y también esa M.ª Carmen que sufre si no puede pinchar los niños a la primera y Celia y Patri dándole tanto cariño. Solo soy una voluntaria que va una vez a la semana, pero felicidades porque cada jueves vengo pensando que gracias a Dios porque todas vosotras estáis dando verdaderas lecciones de vida. Muchas gracias.