Soy residente de la calle Arines, en el Castro, y como el mundo se mueve en forma de turista yo también lo hago. Vamos a las ciudades y a otros lugares para conocer cosas. En las ciudades, las oficinas de información y turismo te dan unos mapas y te informan de las cosas interesantes que puedes visitar.

En Vigo se hace igual. Digo esto porque al visitar la ciudad de Cáceres, en Extremadura, en el alcázar hay un aljibe (señalizado) muy bonito, con luz, pues hay que bajar escaleras y en el fondo está, como no, el agua (por cierto le pusieron pececitos de colores y también luz para que se vean).

Volví a acordarme una vez más mi niñez, que al jugar, dejando de lado el miedo, me ocultaba de mis amigos en el fondo oscuro de las escaleras del aljibe que hay al final de la calle Arines (mi calle).

Este aljibe, supongo que ya está catalogado por patrimonio, pero nunca leo ni oigo nada referente a él y créanme, es precioso. La última vez que pasé por allí estaba cerrado con hierros, supongo que por seguridad, y yo digo ¿Cómo una cosa tan importante de la historia de Vigo no está más cuidada y divulgada? ¿Se sabe el año en que se construyó? Desde luego muchísimos más que yo ¡y eso que ya son muchos!

A los del Concello de Vigo que les corresponda, les pido que analicen esta joya, pues merece la pena dedicarle unos minutos para que a los que le interese visitarlo, puedan bajar hasta el fondo sin miedo, como yo cuando era niño.

Humberto Álvarez Rodríguez