Parece ser que estamos en un país donde uno de los sectores principales es el turismo, englobando este sector hoteles, bares, restaurantes..., por lo que debemos intentar ser cada vez más profesionales. Pero nada más lejos de la realidad.

Este primer fin de semana de junio, mis hermanas y yo hemos padecido una situación tan surrealista que aún hoy no logro comprender. Después de haber cenado en un restaurante-tapería, supuestamente con una trayectoria en el sector de varios años muy conocido en Vigo, el camarero tan pronto terminamos el café y nos trajeron la cuenta nos invitó a marcharnos para ceder nuestra mesa a otros clientes.

Sí, habéis leído bien, parece ser que estos señores entienden que cuando tú pides la cuenta dejas de ser cliente para ser un estorbo, ya que tienen gente esperando.

Mi idea de compartir esta desagradable experiencia se debe a la duda que me surge preguntándome si es una tendencia a la que va el sector de la hostelería o nos hemos encontrado con un establecimiento que desconoce completamente lo que es la profesionalidad, el buen hacer y la educación. Puede que tengan muy buena cocina o que tengan un reconocimiento por una trayectoria, pero todos debemos pensar que los trayectos deben ser continuados en el tiempo y si en el camino vas dejando a compañeros de viaje, por tu prepotencia y mal gusto, quizás el final del trayecto llegue antes y con unas condiciones no deseadas.

Lo principal en cualquier establecimiento es que el cliente salga contento y solamente será cliente cuando quiera volver, un establecimiento sin clientes no tiene razón de ser.