A veces me pregunto que significa ser médico. Creo que tenemos la mejor profesión del mundo, la mejor valorada por la sociedad. Para mí es un orgullo ser médico, es de lo mejor que me ha pasado en la vida y doy gracias al destino por haberme permitido realizar este trabajo, seguir los pasos de mi padre, intentando cada día ayudar en la medida de los posible a los demás, aliviando su dolor físico y que a su vez sientan que alguien está a su lado en el dolor psicológico.

Ser médico es algo más que ir cada mañana o cada tarde a tu puesto de trabajo, es mucho mas importante que todo eso. Somos la referencia para mucha gente que confía en nosotros y deposita en nuestra pericia, en nuestro mejor hacer y en el de nuestros compañeros de especializada, todas sus esperanzas, sus miedos, su angustia y la de sus familiares ante la enfermedad y la muerte.

Nuestros gestores quieren efectivamente expulsarnos del paraíso de los oficios intelectuales y convertirnos en meros comparsas de las políticas de productividad de una empresa a puerta de la cual hay un ángel guardian con una espada en llamas, recordándonos que "ya no se nos paga por pensar".