Hasta hace bien poco el violador de cualquier chica marroquí libraba la cárcel casándose con ella. Ahora, en 2016, si la chica no quiere casarse con el monstruo violador le espera un futuro poco prometedor. Todas las puertas se cierran para ella. Sus padres la repudian, sus hermanos la repudian... todo Marruecos la repudia.

Este es el país con el que España lucha por Perejil, negocia por caladeros de pesca y no dice nada sobre el destierro del pueblo saharaui. No dice nada no vaya a ser... que se solucionen los problemas.