A pecho se lo ha tomado Snchz, el Doctor NO, noqueado como se quedó y aún aturdido está haciendo suyo el refrán de "Si te caes siete veces, levántate ocho" se lanza al camino como quijote que es, situación a la que desgraciadamente ha llegado después de ejercitarse en la insensata locura de la política en compañía de otros. Completamente desnortado hasta el punto de querer formar parte de U-Podemos a los que mimosamente acude con carantoñas zalameras tratando de que lo acojan. Si se une, será la facción o ala del NO, grupúsculo de la casa común de la izquierda radical.

¿Qué ve el ciego, aunque se le ponga una lámpara en la mano? se preguntan cientos de socialistas. La mayor tristeza es siempre la ridiculez del payaso. Pues hace lo revés de lo que tiene que hacer; que es hacer reír y no dar pena ni vergüenza. Ahora va a crear Psoemos. Felicidades, así de la nada, como Dios. Pobre bagaje el que lleva para tan largo camino de penitencia que le aguarda echándose camino adelante por los vericuetos de la militancia. Pocas alforjas le harán falta, ni tan siquiera necesitara de Sancho Panza alguno para llevarle la agenda.

A lo largo del tiempo iremos viendo -sonriéndonos y alegrándonos con sus payasadas- a un parasito más que ha medrado a la sombra de un partido político que lo encumbró a lo más alto, donde no supo anidar ni quedarse ni dimitir, haciendo de la política su profesión.

Solo le deseo que como el Quijote, se reponga pronto de esas golpizas brutales que va a recibir y lo que es más doloroso; que no aprenda del dolor padecido lo que implica lanzarse con su lanza contra los múltiples desafíos -cual molinos de viento- de una militancia que ni le espera ni le aguarda, pero como dicen el inglés y el gallego viejo: "In for a penny, in for a pound". "Ya que estamos en el baile, bailemos".