Aprovechando la campaña del Domund, en este mes de octubre misionero, queremos hacer causa común con el Papa, quien con su palabra y su ejemplo nos anima e invita a todos para que imitemos también a Cristo, misionero divino, quien bajó del Cielo a la tierra para salvarnos a todos. El Santo Padre, en su mensaje para la Jornada Mundial de las Misiones 2016, año en que celebramos el "Jubileo extraordinario de la divina Misericordia", nos reanima a ver la misión como una grande e inmensa obra de misericordia, tanto espiritual como material, en favor de todos los seres humanos que pasan hambre de pan y sed de Dios.

Hoy más que nunca todos podemos y debemos ser "misioneros", pues aunque hemos progresado enormemente en conocimientos científicos también hemos retrocedido en el amor a Dios y a nuestros hermanos más necesitados: no es preciso mirarlos por la ventana de la lejanía, pues también los tenemos dentro de casa.

La santa Iglesia, madre y maestra, nos aconseja y orienta cómo podemos y debemos ayudarles fraternalmente desde acá y desde allá; de un modo especial el domingo, día 23 del presente mes.

Si así correspondemos, el Señor nos lo premiará, acá y en la eternidad.