Los adoquines a los que me refiero son los que de forma clara quieren delimitar un espacio para el paso infrecuente de vehículos en Montero Ríos y zonas adyacentes. En realidad lo que acostumbran a ocasionar son caídas a los viandantes.

Creo que no estaría de más que algún día, ahora que están reparando algunas zonas cercanas, decidieran retirar estos adoquines traicioneros, que aparte de hacer esa función inútil de separar a los posibles coches solo sirven para ocasionar caídas con fracturas y lesiones a cientos de personas a lo largo de los años que han transcurrido desde la inauguración de Vigo abierto al mar. Los aficionados a los paseos se lo agradecerán infinitamente y de verdad que no los echarán de menos, o esperarán a que de nuevo sea noticia con la caída de algún turista de algún crucero; no sería la primera vez.