El sábado día 12 mi vida dio un giro total. Y desde ese momento hasta el día 18 en el que mi marido, José Antonio Vilán Vilán, volvía a nacer, se han producido una enorme cantidad de situaciones y emociones, por todo lo cual deseo mostrar mi mayor agradecimiento a la gran cantidad de profesionales y mejor equipo humano que, desde el momento del accidente hasta el día de hoy, han hecho posible ese renacer.

Desde los sanitarios que le atendieron en la carretera, siguiendo por Marisa, enfermera de Urgencias que me respondió al teléfono móvil al que yo estaba llamando, me explicó lo ocurrido y me recibió en Urgencias. Nos reunieron a todos los familiares en una sala. Nos rogaban que tuviésemos paciencia, mientras nos ofrecían amablemente bebidas, algo de comer o lo que necesitáramos. Estaban con ellos, estabilizándolos y valorándolos (salvando sus vidas).

Sobre las 5 subimos a la UCI. Allí recibimos la información detallada de las lesiones y empezó nuestra pesadilla: la cruda realidad de su extrema gravedad.

Este agradecimiento continúa con los médicos: Aida Fernández, Santiago Freita, Melida Gómez. Deseando darnos buenas noticias, pero sin poder hacerlo... A todo el equipo de la UCI (enfermeras, auxiliares, celadores ), dándome esperanzas y alabando cualquier progreso, por pequeño que fuera, de mi marido. Gracias a Lucía y Noelia (ya sabéis por qué); a Ricardo, fisioterapeuta. Gracias a Lola Vila, jefa de servicio, por su bondad e infinita paciencia. A Amparo, supervisora de la UCI.

Muchísimas gracias a Jesús Almuiña (conselleiro de Sanidade) por su interés diario por los heridos y familiares; del mismo modo a Julio García Comesaña, director asistencial del Cunqueiro.

No quiero dejar de mencionar a José Luis Salgado, nuestro médico, por estar siempre ahí.

Ojalá nunca hubiera vivido esta situación, pero sé que gracias a todos vosotros mi marido está vivo y, sobre todo, está en las mejores manos.

"Gelu" Alvarez Vázquez (esposa de José Antonio Vilán Vilán, ciclista gravemente herido en el siniestro de A Guarda)