El sacerdote español Lucio Vallejo Balda, imputado por el tribunal del Vaticano por la filtración y divulgación de documentos de la Sede Apostólica y considerados secretos, escondía un teléfono móvil en la Biblia con el que se comunicaba con el exterior. Este hecho ha provocado que fuera trasladado de nuevo a prisión tras haber violado las condiciones del arresto domiciliario, según informa el periódico italiano Corriere della Sera.

Ayer comenzaron los interrogatorios del juicio que procesa a Vallejo Balda junto a otras cuatro personas: los periodistas italianos Gianluigi Nuzzi y Emiliano Fittipaldi, la exrelaciones públicas Francesca Chaouqui y el antiguo miembro de la Comisión Investigadora de los Organismos Económicos y Administrativos de la Santa Sede, Nicola Maio. Precisamente, el primero en prestar declaración jurada ante los jueces será el sacerdote español.

Según un portavoz oficial del Vaticano, Vallejo regresó a la celda de la Gendarmería en el Vaticano la semana pasada por mantener contactos con el exterior.