Siete personas fueron quemadas vivas en Malaui por una turba de aldeanos que las acusó de practicar brujería y comerciar con partes del cuerpo humano para realizar rituales. Los hechos ocurrieron el martes, cuando miembros de la comunidad de Nsanje, en el sur del país, persiguieron a las víctimas tras descubrir que tenían huesos humanos. El incidente se produce un mes después de que otros cuatro hombres de edad avanzada fueran quemados vivos por brujería en Neno.