He sabido la noticia de que un hombre falleció al intentar salvar de un incendio a su suegra incapacitada, sin poder evitar que ella también muriera.

Un final trágico que me provoca una reflexión: tenemos que desterrar los viejos tópicos, que son rancios y faltan a la verdad, en innumerables ocasiones. Este yerno regresó a la vivienda para salvar a su suegra encamada, pues ella, por sí misma, nunca podría salir. Las llamas, incontrolables, lamentablemente, se llevaron consigo la vida de los dos.

Si ese gesto no demuestra un verdadero amor entre yerno y suegra, no habrá nada que lo pueda hacer.

Para que luego digan que no se quiere igual a los suegros que a los padres?

Por encima de las obligaciones familiares, está el cariño entre las personas y, también, la compasión por aquellos que no pueden valerse por sí mismos.

Todo ello es lo que hace grandes a los seres humanos.