Se ha convertido en una barrera de obstáculos empezando por el acceso difícil tanto en coche como en autobús. Los coches mal aparcados, autobuses llenos e incómodos para los pacientes, mala señalización tanto en el exterior como en el interior, consultas mal planificadas, demoras en las asistencias, ausencia de citaciones rápidas y de comunicación con los pacientes, secretarías de los servicios médicos y quirúrgicos ocultas, falta de laboratorio central y muchas más deficiencias, que gracias a los buenos profesionales con que cuenta el Complejo Hospitalario se van intentando subsanar.

Además se ha cerrado el Policlínico Cíes, pionero de la cirugía de ciclo rápido, para crear en el Meixoeiro la unidad de cirugía de corta estancia, en donde se hace el mismo tipo de cirugía de entonces, pero con mayor número de pacientes y quirófanos aglomerados, no respetando la intimidad del paciente ni su confidencialidad.