Un genio. John Nash lo era. El 24 de mayo del 2015 murió el matemático y economista, galardonado con un premio Nobel, aunque quizá lo conozcamos por ser el inspirador de la película: "Una mente maravillosa". Merece la pena verla para conocer otras realidades.

Pues bien, ¡cuántas personas "diferentes" habrá a nuestro alrededor que merezcan nuestra admiración! No hace falta ser genios como Nash, para poder tener una marca distintiva. ¡Quién no habrá conocido a un niño azul que siempre será niño y siempre será azul! Pero ni todos lo habrán reconocido, ni todos lo sabrán apreciar. Hay personas que simplemente son "especiales", porque sienten como no lo hacen los demás, porque leen como no lo hacen otros, leyendo los sentimientos ajenos, leyendo la fuerza del mar contra las rocas, oyendo una puesta de sol... sí... sí... porque al sol se le oye cuando se pone, como susurrando un "hasta mañana", y también se le lee, cómo no, se lee toda su matemática, su ciencia, pero de su olor no hay duda... es el que nos trae el viento en ese momento, o el que nos inspiran los recuerdos de puestas de sol anteriores. Cuando conocemos a alguien "especial", seguro que lo primero que notamos es que nos oye y nos escucha, a lo que decimos y a cómo lo decimos. Porque éstos son, sobre todo, contemplativos. Pero eso es lo más perceptible, lo difícil de notar es su sensibilidad hacia la belleza, hacía la esencia de las personas, hacia el peso del propio aire... porque el aire a veces nos pesa, los "especiales" saben lo que es, los demás... no. Y cuando se habla de colores, a ellos todos les sobran, menos uno, porque con todos los matices de ése sólo, con sus brillos o sus satinados, con su intensidad mayor o menor, con su luz o su sombra... con eso se puede llenar toda la vena creativa y artística de cualquiera que tenga la sensibilidad desarrollada al punto que toda persona debería tener para sentirse más humana. Porque la creatividad solamente es humana. Pero sólo algunos sienten la velocidad estando quietos, o la inspiración pensando en algo o en alguien.

Bravo a los que son capaces de valorar lo genial y el ingenio, y a los que saben ver en la línea de horizonte del mar, la curvatura de la tierra.

Y que siempre sea cierto que "de artistas, poetas y locos, todos tengamos un poco".