Quiero reflexionar sobre las palabras de Jiménez Morán, nuestro alcalde, después de las últimas elecciones municipales.

Parece que anda lamentándose en qué falló para obtener los pésimos resultados electorales del domingo 24 de mayo. Pues bien, como vecino y portavoz de un grupo de vecinos y comerciantes del Casco Viejo de Verín, se lo voy a recordar.

¿Recuerda cuándo durante dos meses intentamos hablar con usted para pedirle que por favor dejara circular coches por las calles del Casco Viejo hasta que los efectos de la crisis económica pasaran, como una medida transitoria para conservar los negocios y que no nos dejara aislados? Simplemente le pedimos que esperase un poco hasta tomar una decisión consensuada y más meditada. Su respuesta fue un no rotundo. Incluso llegó a poner a la policía municipal a las puertas del Ayuntamiento para intimidarnos.

Varios negocios de la zona cerraron y las calles están desiertas. ¿Sabe la gente lo que hacía Jiménez Morán mientras nosotros intentábamos negociar una solución de consenso? Pues se entretenía en sacarnos fotos desde la ventana de su despacho en el Ayuntamiento para tenernos bien identificados. Luego iba a la radio a decir exabruptos y otras lindezas que es mejor olvidar.

¿Aún se pregunta por qué los vecinos de Verín le dieron la espalda el 24 de mayo en las últimas elecciones municipales?

¿No recuerda el Sr. Jiménez Morán la masiva manifestación contra la conversión del castillo de Monterrei en un hotel?

¿No se da cuenta del desaguisado que están perpetrando en un monumento tan emblemático para la comarca y Galicia?

No se engañe, Sr. Jiménez, a los vecinos de Verín nos tiene hartos. Váyase sin hacer ruido. La única arma que utilizamos fue nuestro voto y el resultado a la vista está.