Querido Jesús: disculpa que te tutee, pero es que crece mi corazón, al ansia de decirte "Te quiero" y que ansío también, de buena voluntad, que ya de una vez te bajen de la cruz para siempre. Que tu imagen vaya perenne en nuestro "sentir de cada día". Que las velas se enciendan en nuestro "amor al próximo". Que la antorcha viva, alumbre tu recorrido "en un abrazo". Que las miradas al palo de la cruz, se vuelvan hacia "un mundo de corazón humilde".

Han pasado ya muchos años desde que te fuiste, pero ... ¿sabes qué? Las gaviotas de tu último vuelo, seguimos aquí, en una forma única. Despertando hacia aquel "Plan de Luz" prometido. ¡Que te bajen de la cruz! Pues solo el paso del tiempo ha sabido reflejar la viva inmortalidad de "ese momento" y que en la intimidad de tu rostro, queda contenida. Somos como ancla de un mar abierto los que te admiramos; y "año tras año", se hace más presente "el caudal de tus sueños". Sueños que nos hacen despertar, llegando al corazón del mar... que eleva al cielo. Eres sin dudarlo"amor de ida y vuelta! Te esperamos.